viernes, 25 de abril de 2008

Del tráfico… en el XXI- (II), septiembre 03, 2004

La inmigración en España ha experimentado un espectacular crecimiento en los últimos tres o cuatro años. El ciudadano común español, especialmente el de las zonas urbanas, se ha visto, de pronto, sumido en contexto y entornos nuevos. Conviviendo con estos nuevos ciudadanos, legales e ilegales, que son sus vecinos, compañeros de trabajo, compañeros de guardería y colegio de sus hijos, etc. En la mayoría de casos de distintas culturas, creencias y lenguas. Personas que, por otro lado, van ocupando empleos y faenas antes realizados por los de aquí. Porque son más baratos. Les pagan menos. Como contrapartida son destinatarios preferentes de los "limitados" recursos y prestaciones de la Seguridad Social, de las plazas en guarderías, colegios públicos y concertados, de ayudas y subvenciones y hasta de exenciones por y para la instalación y apertura de negocio; condiciones y ayudas de las que no gozan los de aquí, en situación o necesidades económicas idénticas o peor a las de aquéllos.

Sin embargo, este cúmulo de contrastes y problemas creados a la población autóctona no se denuncia, ni tan siquiera se habla, oficialmente, de ellos. De ésta, como de muchas de las injusticias derivadas de este fenómeno de la inmigración , incluidos los miles de abusos sufridos por los" sin papeles", como, por ejemplo, las inmigrantes prácticamente encarceladas en los burdeles; las condiciones infrahumanas de los que viven amontonados en barracas o pisos; la realidad cotidiana de cualquier instituto público del Levante español con muchachos de múltiples nacionalidades en las que sus enseñantes sólo pueden, precariamente, mantener el orden, etc., son , si no silenciados del todo, si acallados y minimizados. Sólo se habla y muestra parte interesada del gran problema que representa para todo el país la inmigración masiva, legal o ilegal.

Los medios de comunicación, como siempre, nos entretienen; desviando nuestra atención del fondo de la cuestión principal. Ofreciéndonos, cuando les interesa, tan sólo las imágenes de los de las pateras, exhaustos, ateridos de frío y cubiertos por mantas y abrigos facilitados por vecinos próximos al lugar. Imágenes que promueven nuestros sentimientos de solidaridad. ¿Por qué, además, no nos muestran otros testimonios acerca de cualquiera de las cuestiones antes apuntadas?

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Este blog es el medio de expresar mis particulares reflexiones e ideas sobre la realidad que me rodea, así como las sugeridas por la lectura de libros y artículos de prensa. No es crítica literaria, no tengo conocimientos para ello. Expongo , tras muchos esfuerzos, lo que mi corazón me dicta. No es mi intención la de ofender ni herir a nadie. Tampoco, pues, me gustaría ser objeto de heridas u ofensas por discrepar con mis particulares opiniones y gustos.